En Agosto decidí vivir una experiencia que ha resultado inolvidable, practicar y mejorar mi Inglés en la ciudad que nunca duerme, en la de los sueños infinitos, New York.

Me alojé en un apartamento situado en Upper West Side, barrio del distrito de Manhattan en New York, entre Central Park y el Río Hudson. Una zona residencial, tranquila y céntrica que me permitía desplazarme con comodidad hasta el lugar en el que se impartían las clases.

En la Academia el trato de los profesores fue inmejorable y su labor educativa encomiable. En las aulas pude conocer gente venida de muchos rincones del Mundo que como yo se disponían a mejorar su inglés y de las cuales guardo un magnífico recuerdo.

Imposible no añorar el brunch con mis compañeros, los cupcakes acompañados de un american coffee, los viajes en el metro neoyorkino, pasear por la “Gran manzana” y sentirte parte de ese bullicio constante que gobierna la ciudad, el maravillarse con su skyline, el encontrarte de repente inmerso en el escenario de series y películas, la magia de la ciudad, el levantar la mirada y pensar “estoy en New York, todo es posible”.

Brooklyn, Fifth Avenue, Broadway, Wall Street, Manhattan y en definitiva New York, han sido el escenario soñado para vivir un mes inolvidable, repleto de grandes experiencias, enseñanzas y nuevas amistades.

Imposible elegir un lugar o conocerlos todos, ya que éste es el lugar y cada día fue un nuevo descubrimiento. New York aguarda lleno de vida y energía a su próximo visitante.

“If I can make it there, I’ll make it anywhere” Esencia de New York.